lunes, 9 de junio de 2008

(...)

Con los pies descalzos he llegado al verano, a tí, con tigo. Con los ojos papujos, con las pestañas húmedas me he entregado a todo tu ser, a toda tu alma, a todo tu cuerpo. Hoy soy tuya; sangre que perpetua por tus venas, el recorrido de tu vientre, la caricia de tu espalda, el viento que te susurra en los oidos. El silencio, y la luz, el principio de la nada existente, el eterno devenir y el eterno retorno. Te reconozco en tus libros y creamos uno nuevo, mágico, irreal, irrisorio, irriconocible, irritante, donde las posibilidades son infinitas, como tus números y mi filosofía y somos seres infinitos que se funden para complementarse.

Eres esa parte de mí que me hace falta, si yo no fuí arrancada de tu costilla, sé que en algún momento, tal vez en otra vida que no acabo de creer, estuve en tí y fuí parte de tí, al menos me lo ha confirmado la materia ¿por qué nos separaron? si nací para entrar, estar y vivir en tí. Hoy pienso en mis sueños, en mi visión onírica, en el viaje de una nebulosa donde la existencia me dura, me perdura y eres tú

No hay comentarios: